Dependencia emocional
A veces no resulta fácil darse cuenta de si en nuestra relación entra en juego la dependencia emocional o no. La persona que lo sufre siente que sólo está a gusto o tranquila si recibe la atención o el cariño de una persona. Básicamente siente que le da seguridad. Como consecuencia de esto, suele sentir miedo a perderla y toma decisiones que están dirigidas a evitar que la otra persona se vaya de su lado, independientemente de su criterio. Muchas veces dudan tenerlo. Esto lleva a que la persona pueda, a veces, comportarse como una persona sumisa que permite faltas de respeto que sabe reconer.
En otras ocasiones la persona dependediente no es sumisa, más bien al contrario, son personas que muestran carácter, pero son insaciables. Nada es suficiente, el sentimiento de vacío es casi constante (excepto en el incio de la relación) y prevalece el miedo al abandono que acaba saboteando la relación.
En cualquiera de los casos anteriores, es frecuente que se haya venido repitiendo con las diferentes parejas que haya tenido.
En este apartado hablamos de la dependencia emocional con respecto de la pareja, pero esta puede ser con respecto a algún amigo o familiar que signifique algo importante para la persona.